Tengo que rendir hoy homenaje a uno de los hombres más increíbles y fascinantes de todo el siglo XX. Gracias a él me hice escéptico y aprendí a apreciar el cosmos. Hace once años que dejó este mundo y con él se fue antes de tiempo un espíritu puro y una conciencia total y completa.
Quería referenciar aquí la página de la que he sacado la información, pero no lo voy a hacer. No lo voy a hacer porque parte de su contenido me ha indignado tanto, ensucia de alguna manera (indirecta y no deseada, ciertamente, pero lo hace) la memoria de este hombre, y me niego a enlazar semejante sarta de tonterías.
Me gustaría que os quedaseis con sus ideas, y si no teneis libros, referencias o videos sobre él, buscadlos en Internet. Hay miles de ellos en la Red.
Gracias, Carl. Gracias por mostrarnos una sabiduría que a muchos se nos escapa, y gracias por enseñarnos algo tan básico como a pensar en que tenemos que pensar. Gracias.
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